La verdad es que como master, no difiero mucho de como soy como jugadora. Lógicamente, lo que me gusta jugar es bastante parecido a lo que yo intento ofrecer a mis jugadores. Mis partidas suelen tener un mayor componente de investigación que de pelea, aunque si mis jugadores pretenden meterse en líos, no voy a ser yo quien se lo impide.
Me gusta que la gente se lo tome en serio, y por "en serio" entiendo que lleguen a su hora (o avisen si no lo van a hacer), hagan su historial del personaje (esta parte, me cuesta un poquito más que lo consigan, a pesar de los incentivos en puntos para la ficha con los que suelo tentarles) e intenten en la medida de lo posible interpretar un poquito (que esto es rol, señores, no un juego de tablero).
Por lo demás, considero que un master debe jugar con sus compañeros, no contra ellos. No voy a simplificarles la cosa hasta convertirlo en un paseo por el parque, porque perdería su gracia, pero tampoco soy esclava de las tiradas de dados ni del módulo de turno. Me gusta premiar las buenas ideas y la diversión generalizada: si hacen algo coherente, ocurrente o simplemente divertido, aunque la cosa no estuviera planteada a priori exactamente por esos derroteros, suelo darles cuartelillo. De igual forma, si se ponen en modo lerdo o intentar hacer cosas absurdas, no voy a ser yo quien les salve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario