Lo cierto es que, como a cualquier rolero, me encantaría volver a llevar aunque fuese por un rato, cualquiera de mis viejos pjs. Esos que hace años que ya no uso pero que siguen guardados en mi carpeta de las fichas: en el apartado de El Señor de los Anillos moran Krito el bardo de Rohan, su hermana Glauka la guerrera o el hijo de esta última, el ladrón Saghar; en el separador de Rolesmaster, Rakotis el bribón guaperas al que
fastidó la cara el zarpazo de un oso, comparte espacio con Leila la maga
silvana con licantropía y con Raal el ladrón que acabó liado con un
elfo; en Vampiro La Mascarada, duerme su letargo el toreador Jean Paul Greyre y cerca de él, Gavroche la noble arrogante de Star Wars e Hipotetis (tal cual está escrito) la amazona que acabó con un espartano en una piedra. Y tantos otros que ahora mismo no me vienen a la memoria. Me encantaría volver a utilizarlos y enterarme de que ha sido de sus vidas, como cuando vas por la calle y te encuentras a un viejo amigo al que no ves hace 20 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario