domingo, 1 de julio de 2012

Lightspeed (de Stan Lee)


¡Qué malos son los domingos! Esas tardes aburridas, en las que la inmediata llegada del lunes con su rutina laboral, nos paraliza las neuronas y en lugar de aprovechar lo que nos queda de fin de semana, se nos ocurre la feliz idea de ver esa película que tenemos hace tanto tiempo en la estantería, durmiendo el sueño de los justos.

Bueno, pues el regalito de esta semana es, ni más ni menos que Lightspeed, una película para televisión coproducida por Stan Lee en 2006. Sí, has leído bien, Stan Lee: el padre creador de Spiderman, Los Vengadores, Los 4 fantásticos, La Patrulla X, Daredevil, el Doctor Extraño..  Y sí, la peli es una auténtica bazofia.

Dado que está basado en un personaje de cómic que nunca llegó a materializarse en el papel, Lightspeed es una historia de superhéroes bastante típica, aderezada con unos efectos especiales indignos hasta de un capítulo del Equipo A, unas coreografías directamente inexistentes (Billy, tú haz a cámara lenta como si le pegaras, que luego lo aceleramos...) y un hilo argumental, esto... ¿qué hilo argumental?

Por un lado, tenemos un científico que intenta regenerar la piel humana quemada a partir de ADN de serpiente, impulsado por el deseo de ayudar a su hermana que ha sufrido graves quemaduras (una mezcla entre el Doctor Connor, alias el Lagarto, de Spiderman y Antonio Banderas en "La piel que habito" de Almodóvar). La cosa está en que le cortan el grifo de las subvenciones, a pesar de que su amigo Daniel Light (interpretado penosamente por Jason Connery: la raza se ve que desmejora, porque este hombre y su padre no tienen nada que ver...) intenta utilizar sus contactos con un congresista para evitarlo. Como no, la hermana del científico se muerte y a él se le va la pinza, culpando al amigo de su fallada negociación. Como quien no quiere la cosa, hace estallar el laboratorio y termina convirtiéndose en Pitón, una especie de híbrido humano-reptiliano, que recuerda a un Killer Croc con poco presupuesto para maquillaje.

Por el otro, el amigo con contactos, que ahí donde lo ves con esa cara de pardal, es miembro de un grupo de élite tipo SWAT (tampoco explican más), termina intentando detener a Pitón y su banda. Daniel queda atrapado en una explosion dentro de un edificio de varios pisos que se derrumba, pero sobrevive y es trasladado a toda velocidad al hospital, donde la única forma de salvarlo es exponerlo a radiación (claaaro, las piernas rotas es lo que tienen...). Entretanto, llega Python y le pone la radiación a tope, para acabar con él, pero en lugar de eso, Daniel adquiere el poder de moverse a toda velocidad (vamos, como un Zumbador, un Mercurio o incluso un Flash cualquiera). 

Lo mejor de todo, no son los efectos especiales cutres para simular la super-velocidad, y eso que no tienen desperdicio, sino el traje de superhéroe que se monta el muchacho con equipamiento deportivo. Ni corto ni perezoso, nuestro héroe, se busca el equivalente yanqui al Decathlon, donde un amable dependiente le proporciona todo lo mejor para el superhéroe velocista, incluida máscara para preservar su identidad secreta (esa que ya ha visto el dependiente del Decathlon, pero bueno...).
 
No falta la escena de rescate en una tienda de gasolinera, donde Daniel hace frente a unos rateros, cuando llega la policía y se piensa que el atracador es él. Uno de los quinquis escapa por la azotea y asustado (no me extraña, a mi también me acojona el uniforme), cae al vacío. Una excusa como otra cualquiera para que un periodista le saque una foto, lo apode Lightspeed y titule el artículo "¿Héroe o amenaza?" al más puro estilo Spiderman.

Por si fuera poco, Pitón descubre que Daniel y Lightspeed son la misma persona porque lo distingue por el olfato (cosas de reptiles, ya se sabe...) y decide, en un alarde de originalidad, raptar a la chica de Daniel (una rubia bien dotada que también pertenece al SWAT ese raro), para que Lightspeed tenga que ir a rescatarla y a pegarle dos hostias con la mano abierta al tal Pitón.

Resumiendo, que hay formas mucho más interesantes de pasar la tarde del domingo y que os recomiendo encarecidamente que busqueis alguna de ellas. Yo intentaré recordar que Stan Lee ya tiene una edad y que es inevitable que en ciertos momentos no ande muy fino...

3 comentarios:

  1. Porsuerte, aprovechamos los domingos ya desde por la mañana pegándole al teclado :)

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    1. Es lo que tiene el combo verano+incendio, que con este calor no hay quien pegue ojo... Así que esta mañana se me ha ocurrido hacer un bien a la humanidad y compartir con vosotros el bodriaco que vimos el domingo pasado, no vaya a ser que a alguno se os ocurra la mala idea de pasar hoy la tarde con semejante castaña. Como dice aquel, un gran poder, conlleva una gran responsabilidad ;)

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  2. Dado que está cayendo una lluvia llena de ceniza que dificulta eso de salir el domingo por la tarde, hay bastantes probabilidades de que esta tarde "disfrutemos" de alguna otra perla pendiente de la estantería de los muertos. Si es así, os la comento para el domingo que viene, jejeje.

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