Por los pelos, pero aún llegamos
al Carrusel Bloguero de Juegos de rol este mes, cuyo anfitrión es Aedos Sistema para Juegos de Rol, que propone el tema “Dirección al estilo gringo,
latinoamericano y europeo”.
El compañero se centra en las diferencias en las
formas de dirigir entre latinoamericanos y norteamericanos, dado que comenta
que no ha jugado nunca con europeos. Plantea que tienen formas distintas de masterear, debido a que proceden de culturas muy diferentes, siendo, según su experiencia, el enfoque latinoamericano más narrativo que el norteamericano.
Lo cierto es que nuestra proyección
internacional es mucho más limitada, porque nosotros no hemos jugado con
nadie de fuera de nuestras fronteras, ni siquiera con europeos. Es más, en el
80% de las ocasiones, nuestros masters y jugadores proceden de nuestra misma ciudad
y en las contadas ocasiones en las que hemos jugado con gente de fuera, en la
mayoría de los casos, pertenecían a nuestra misma región.
Por lo tanto, no estamos
capacitados para decir como dirigen los europeos, pero si podemos deciros como
dirige la gente de nuestra ciudad. Y lo cierto es que dirigen de forma
completamente distinta unos en relación a otros, lo que quizás, contradice un
poco la tesis del anfitrión de este mes.
Si bien es cierto, como comenta
el compañero, que cada país tiene su propia cultura, que hace que el enfoque de
las partidas pueda ser diferente, eso mismo es aplicable también a las personas
de un mismo país procedentes de distintas regiones. Es más, incluso viviendo en
una misma región (y si me apuráis en el mismo pueblo o ciudad), siguen
existiendo muchísimas diferencias en cuanto a conocimientos y aficiones de cada
persona (cada uno tiene un itinerario vital muy distinto, al margen del rol),
que afectan a la forma de narrar, lo que convierte la dirección en algo propio
y diferente para cada persona.
Encuentro bastante arriesgado
afirmar que todos los europeos por serlo, tienen culturalmente tantas cosas en
común como para que su forma de dirigir sea parecida, al menos lo suficiente
como para poder hablar de un “estilo europeo”. Es más, no me atrevería ni a
hablar de un "estilo español". Y siendo así, difícilmente podría comparar la
forma de dirigir de un continente (o parte de él) con otro, porque quizás sería
más apropiado hablar de distintas formas de dirigir, así en general,
dependiendo de las personas.
En Aviso a Roleantes, por
ejemplo, tenemos a Estela (Estrapo) que es Licenciada en Historia,
especializada en Medieval. Sus partidas
de Rolemaster, a pesar de tener, como mandan los cánones, seres fantásticos,
magia, objetos bonificados y demás tópicos del género, poseen un grado de dura realidad
bastante importante. La edad media, aunque sea fantástica, es una época dura,
donde la gente huele mal, el vino de las tabernas suele estar en mal estado, la
comida ni te cuento y las infecciones están a la orden del día.
Como detalle
gracioso, mi primer personaje en una partida suya, allá por 1999, fue un bribón
guaperas chuloplaya, que pretendía llevar mallas a lo Errol Flynn, lógicamente
en algún color resultón, que decidí sería azul. Inmediatamente, la master me
informó de que los tintes de colores en la edad media eran muy raros y carísimos,
y que sólo los reyes o nobles de más alto rango podían permitírselos, lo que se
traduce en que un aventurero piltrafilla como yo, tendría que llevar calzas
marrones o negras y voy que me mato. Han pasado 13 años y jamás he conseguido
que me de las dichosas mallas azules, que se han convertido en una de las
bromas recurrentes de la partida.
Por supuesto, cuando jugábamos a
El Señor de los Anillos (que al fin y al cabo es una simplificación de
Rolemaster) con Pedro (Eru), el enfoque era muy diferente y, siguiendo con la
broma, mi bardo de Rohan sí llevaba mallas azules. Por contra, el nivel de detalle a la hora de seguir la ambientación era impresionante, dado que Pedro es muy aficionado a la obra de Tolkien y conoce a la perfección todos los detalles de la misma. Cuando en cierta ocasión, preparando un historial, le dije que mi familia había muerto cuando un dragón atacó la ciudad, teniendo en cuenta que la partida se desarrollaba en el mismo momento temporal que "El Señor de los Anillos", casi le da un infarto. Me pegó un mitin sobre por qué el último dragón, Smaug, llevaba muerto 60 años y me dijo que cambiara el historial y me leyera El Hobbit, rapidito y por ese orden (lo siento, Pedro, pero El Hobbit siempre me ha resultado infumable).
Las dos partidas tenían muchas
cosas en común, por supuesto, porque el hecho de utilizar un mismo sistema de
juego y una misma ambientación, lógicamente unifica, pero a pesar de ello, eran
sumamente distintas. Y eso que Estela y Pedro viven en el mismo núcleo urbano y
se han criado a pocas calles de distancia.
Esto lleva a pensar que si
comparamos sus partidas, por ejemplo, con cualquier otro master europeo (o nortemaericano o sudamericano, ya puestos) que dirija
el mismo sistema y ambientación (que es lo más coherente si queremos realizar
un paralelismo entre ellas, porque no tendría mucho sentido comparar juegos y
ambientaciones diferentes, dado que las distintas formas de enfocar la partida
se deberían, en buena parte, a las diferencias entre los sistemas de juego),
seguramente habrá diferencias y cosas en común, en la misma medida que las hay entre
las de mis dos compañeros.
Tenemos muchas cosas en común, a
pesar de las diferencias culturales que nos separan, porque utilizamos los
mismos manuales de juego y las mismas ambientaciones. Pero también, como
personas distintas e individuales que somos, cada master es distinto a los
otros, como lo es cada jugador y por qué no, cada mesa de juego, independientemente de su origen geográfico. Y en parte,
desde mi punto de vista, ahí está la gracia, en fomentar esas diferencias personales
que hacen cada partida única e irrepetible. Tal vez por eso, me resulta complicado encasillar algo tan rico y variado como es una partida de rol, en estilos geográficos.
Coincido plenamente con esta entrada. Cada persona es un mundo y es muy complicado agrupar los roleros de una zona geografica asumiendo que sean similares. Hay diferencias culturales entre distintas regiones pero las similitudes existentes no van a hacer que respondan igual.
ResponderEliminar