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Los "Interinos del Ministerio del Tiempo" en cafetería |
Después de los puentes, fiestas navideñas y demás celebraciones familiares, volvemos lenta pero inexorablemente a la rutina. Toca ponerse al día en casa, en el curro y, por que no, también aquí. Y lo voy a hacer por fecha, que es como hacemos las cosas los contables.
Voy a empezar por un tema que tengo pendiente desde el 19 de diciembre, ahí es nada. Y es hablaros de
Cronos Valencia, el segundo escape room de la lista (que de momento parece que vamos a ir completando por orden alfabético). Esta vez fui con un Barbara y Ruth, dos amigas del trabajo, que decidieron probar "esas cosas chulas que hacéis los frikis" y mi pariente, que se apunta a un bombardeo.
Hicimos la reserva a través de la web de Cronos. En este caso no es necesario pagar por anticipado, sino al llegar al local, donde deberéis pagar en efectivo (o sea, que ya podéis expoliar el cajero antes de ir). El precio es de 45 euros hasta 5 personas, y de 54 si vais 6.
Nosotros reservamos para el día 5 a las 12 de la mañana, por aquello de irnos a comer después. Por desgracia, y como pasa muy a menudo cuando organizas algo para un grupo de personas, tuve que cambiar la fecha porque a una de mis compañeras le surgió un compromiso ineludible... ¡dos veces! Sinceramente, no sé como David, el dueño, no me mandó a darme un paseo a Mordor y vuelta, con tanto cambio. Por el contrario, me cambió dos veces la fecha sin ningún tipo de problema y nos atendió estupendamente. Un 10 para David, que además de ser una persona encantadora, ha creado él mismo toda la ambientación en torno al juego, la más completa que hemos visto hasta ahora.
El local cuenta con tres habitaciones, aunque de momento sólo está en funcionamiento la primera:
El Galeón (aunque David nos comentó que quería haber inaugurado
La Tumba Egipcia para Navidades, se le ha echado el tiempo encima y ha tenido que atrasarlo para febrero, cosa que no me extraña, viendo lo currada que está la decoración y el argumento).
El Galeón
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El camarote del capitán |
El Galeón puede reservarse en dificultad baja, media o alta. Cuando yo hice la reserva sólo estaban disponibles la media y la alta, dado que la baja la activaron algo después (además de un modo especial para niños), así que escogimos la media. Creedme, vale la pena empezar por la fácil. ¿Por qué? Porque El Galeón oculta un doble misterio.
Los jugadores, formarán parte de una organización llamada Cronos que vela por la estabilidad espacio-tiempo a los largo de la historia (vamos, algo así como el Ministerio del Tiempo pero sin Velazquez dando la brasa). El problema es que la tecnología que permite viajar en el tiempo sólo permite abrir una brecha espacio-temporal de 60 minutos, que será el tiempo máximo que tendrán los jugadores para llevar a cabo su misión y regresar antes de quedarse atrapados en el pasado. Sinceramente, a mi sólo con esto, ya me tenían en el bote.
Viajaréis a 1589 a bordo del Dragón Negro, un galeón español proveniente del Nuevo Mundo que llevaa a bordo un frasquito lleno del agua de la fuente de la Eterna Juventud descubierto años atrás por Ponce de León, guardado en el camarote del capitán.Vuestra misión será encontrarlo y evitar que llegue a España (la España de Felipe II y la Inquisición, nada menos). Esta es la misión principal.
Sus últimos 7 tripulantes (el resto perecieron días atrás a manos de los piratas) han sido asesinados y el barco ha sufrido importantes daños. Es el momento idóneo para entrar, seguir el rastro de las pistas de sus tripulantes, localizar el elixir y salir en menos de 60 minutos antes de que el navío se hunda cerca de las costas de Las Azores.
Y aquí viene la misión secundaria: averiguar quién mató a quién. Para rizar más el rizo, cada uno de ellos es culpable de cometer un pecado capital, que también deberéis descubrir. Esta misión secundaria es independiente de conseguir la misión principal (es decir, puede hacerse aunque no se consiga la otra), y permite acceder a jugar contra los otros equipos que lo consigan, pudiendo ganar un cofre chulísimo que tienen en la vitrina de la entrada.
Después de explicaros todo esto (y de que más de uno se plantee la opción de tomar notas), David os dará una vendas negras para taparos los ojos para "evitar el mareo que provoca el vórtice temporal", una linterna con pilas limitadas porque la iluminación en El Galeón es escasa (es lo que tiene aparecer en la bodega de un galeón iluminada con candiles) y os guiará hasta la puerta de la habitación. Pasaréis al interior con los ojos tapados hasta que la grabación inicial (con musiquita de Piratas del Caribe incluida) os de las últimas instrucciones y os indique en que momento podéis quitaros la venda de los ojos, una vez finalizado "el salto temporal".
No voy a contaros nada más sobre la aventura, lógicamente, pero si os diré que la foto que aparece en la web (y que os he puesto arriba), no hace justicia al verdadero aspecto de la habitación. Porque en el momento en el que te quitas la venda de los ojos tienes la completa y absoluta sensación de estar en la bodega de un barco. De verdad, te sientes como Guybrush Treepwood y quieres hacerte pirata.
¿Lo conseguimos? Pues no del todo. Nos vino justo el tiempo para conseguir encontrar el elixir, pero no tuvimos tiempo de usar la llave que permitía abrir la puerta que nos llevaría de nuevo a nuestro tiempo. Así que, como dicen mis compañeras, salvamos España pero perecimos ahogados en las frías aguas del Atlántico. Respecto a la misión secundaria, conseguimos averiguar quién mató a quién, pero fallamos en dos pecados capitales que intercambiamos por error. Eso sí, lo bien que nos lo pasamos, no nos lo quita nadie.