... tener mejor prensa.
Que ya va tocando. El cuarto poder nos ha puesto a parir en tantas ocasiones que ya he perdido la cuenta, y a pesar del derecho de rectificación, aún no he visto yo a ningún periodista que lo ejerza en relación a nosotros. Es curioso que en un país donde a la mínima, la gente va a los tribunales por estas o aquellas palabras que tal o cual medio dijo de ellos, ningún honroso miembro del colectivo periodístico español, haya sentido la necesidad de disculparse públicamente por las barbaridades previas que se hayan dicho de nosotros.
Y por barbaridades previas, me refiero a cosas como el artículo que hizo La Provincias en agosto de 1999 sobre la "Inquietante reunión en Villarreal de jugadores de rol de toda España" en el que respecto a los grupos de jugadores de rol se dice que "los municipios y los barrios donde estas auténticas
"bandas" actúan aplican medidas de control y vigilancia,
porque no hay que olvidar que estos juegos han provocado, al menos, una docena
de muertos en España durante la década de los noventa".¿Dónde se documenta esta gente?
O al artículo titulado "Una necrosis similar" que Rafael Torres publicó en El Mundo el 9 de junio de 1994, donde dice perlas del tipo de: "Los videojuegos y seguramente también ciertos dibujos animados de la televisión, producen hemitrofia cerebral a medio plazo, pero los juegos de rol provocan necrosis fulminante de los tejidos de la cabeza y del corazón. Ideados para imbéciles profundos, o bien para volver profundamente imbécil al que todavía no lo es". ¿De dónde ha salido este hombre?
Probablemente si yo dijera en un medio escrito la mitad de memeces de las que dice este señor, en lugar de sobre el colectivo rolero, sobre cualquier otro (como los periodistas por ejemplo) o sobre alguna persona en concreto (como por ejemplo, él mismo), me enfrentaría a una querella rápidamente. Y sin embargo, contra los roleros todo es lícito.
Pues con todo respeto, señores de la prensa, no lo veo justo y desde luego dice muy poco respecto a ustedes, a quienes se les supone imparcialidad y respecto a la verdad. Si quieren escribir sobre rol, háganlo, pero acudan antes a algunos de los numerosos clubs de rol que pueblan nuestras ciudades o a algunas de las frecuentes jornadas que se realizan, y vean de que va la cosa, porque antes de hablar, hay que documentarse, y queda bastante claro, que los "profesionales" que han escrito cosas como esta no han visto una partida de rol ni en fotos.
Y hablando de justicia, justo es reconocer que también hay periodistas que han dado una visión documentada y coherente de nuestro hobby (en la Web para la Defensa de los Juegos de Rol, podéis encontrar una estupenda recopilación de articulos). Entre ellos, yo me quedo con las palabras de Màrius Serra en La Vanguardia del 8 de octubre de 2002, en su artículo "Sexo, drogas y rol", por lo acertadas y necesarias: "Tal vez ya va siendo hora de romper esa asociación absurda que
policías, abogados y periodistas hemos tejido entre los juegos de rol y
los crímenes inexplicables. El rol es una fantástica modalidad de juego
cooperativo con más de tres décadas de historia que se basa en la
imaginación (como la poesía), la identificación con unos arquetipos o
personajes (como el teatro) y la creación de universos paralelos regidos
por leyes particulares (como la novela). ¿Alguien sería capaz de
atribuir un homicidio a la práctica de la lectura? De acuerdo, don
Quijote enloqueció de tanto leer libros de caballerías y hubo quien
remarcó la enfermiza relación del asesino de Lennon con la novela de
Salinger "El guardián entre el centeno". Pero eso no produjo alarma
social y no consta que hordas de padres concienciados prohibieran a sus
hijos el acceso a las bibliotecas. En cambio, cuando hoy un adolescente
empieza a frecuentar los juegos de rol siempre hay quien da un respingo.
De hecho, el reto principal de las asociaciones de roleros es, más que
publicitar su afición, dejar bien claro que es una práctica ajena al
vudú, las misas negras o los ritos satánicos". Pues sí, hay que darle al Cesar, lo que es del Cesar.
Y por supuesto, con las ya míticas palabras de Arturo Pérez-Reverte en el artículo "Homo Ludens" aparecido en El País del 26 de junio de 1994: "El juego de rol como tal, avanzado, consiste
en un universo alternativo creado por la imaginación, donde la inteligencia, la
inventiva, la capacidad de improvisación, son fundamentales. Los juegos
de rol bien planteados y dirigidos estimulan, educan y permiten ejercitar
facultades que en la vida real quedan coartadas u oprimidas por el entorno y
las circunstancias. La práctica de los juegos de rol proporciona a menudo
aprendizaje, destreza y una legítima evasión muy parecida a la felicidad". Y tan parecida...