viernes, 19 de julio de 2013

Carrusel Bloguero de JdR: "¿Qué haces?"

 Después de unos cuantos meses sin colaborar en el Carrusel Bloguero (muy mal por nuestra parte), este mes volvemos con el tema propuesto por Memorias de un Rolero, titulado "¿Qué haces?". El compañero propone narrar una escena  para que los lectores participen a través de los comentarios del blog, contando que haría su personaje en dicha situación. Podéis explicar todo lo que os apetezca en vuestra respuesta en relación a vuestro pj, la ambientación o el sistema en el que os estéis imaginando la escena, pero no es obligatorio (con tal de que respondáis y no me dejeis "compuesta y sin pjs", podéis ser todo lo amplios o breves que os apetezca).

Aquella noche en la cueva...


La escena que he elegido, la jugué hace años con un grupo de rolemaster formado por un guerrero enano, un guardabosques humano, una hechicera también humana y una guerrera elfa. Lo cierto es que se me ocurrió sobre la marcha como una gracieta tonta para matar la noche, porque sólo habían acudido 4 jugadores y no era plan de meterlos en todo el rifirafe de la campaña que estábamos jugando. 

El grupo había montado el campamento en un claro del bosque, junto a la ladera de una montaña, donde se veía la entrada de algunas cuevas. Uno de los personajes, en concreto el guardabosques, decidió dar un vistazo a la cueva más cercana, mientras el resto de jugadores montaban el campamento, hacían fuego y se disponían a pasar la velada. No obstante, todo esto no es imprescindible para la escena, que empieza ahora:

La cueva tiene una entrada no muy grande, pero que permite pasar sin tener que agacharse. Una vez te internas unos metros en ella, gira hacia la derecha, y a partir de ahí, el fuego de la hoguera de fuera no es suficiente para ver el interior con claridad. Conforme sigues adelante, ves que termina a pocos metros en una caverna no muy grande, pero suficiente para albergar cómodamente a varias personas, que no parece tener ninguna otra salida. Cuando das la vuelta para volver a la entrada de la cueva, te pegas contra algo, que te impide el paso y te tira para atrás, haciéndote caer al suelo. No ves nada que bloquee el camino y sin embargo, no puedes seguir adelante. En una de las paredes laterales de la cueva, tallada en la roca hay una inscripción. Medio a oscuras distingues un texto que dice: 

"Bienvenido a la cueva de Afrodita, viajero. 
Descansa entre sus frescas paredes y (algo más que se pueda hacer en la cueva),
 pero recuerda que antes de salir de aquí 
deberás honrar su memoria del modo que a ella más le agrada".

Podéis sustituir a Afrodita por la deidad que os venga bien para la ambientación en la que os vayais a imaginar la escena e incluso inventarosla si no existe, pero la idea es sencilla: dios/a del amor, la lujuria, la belleza, la sexualidad y la reproducción.

Y ahora viene el momento en el que la master os pregunta: ¿Qué haces? A final de mes, os contaré que hicieron mis jugadores aquel día, a los que aprovecho para mandarles un saludo y agradecerles lo mucho que me reí con ellos esa lejana noche.

3 comentarios:

  1. Buenas! Acabo de descubrir el blog. Una pena que no haya más respuestas, porque la verdad es que es de las complicadas pero interesantes!!! Y la idea es tan simple como efectiva :) Ahi va la mia.
    KROGNAR, había llegado a la cueva buscando refugio de la furiosa tormenta y ni siquiera se percató del asunto hasta haberse secado y descansado varias horas. Las pestes que salieron de su boca tuvieron que llegar a la maldita diosa que no tenía otra cosa que hacer para pasar el rato. Odiaba la magia y todo lo relacionado con ella y en cuanto leyó la inscripción supo que moriría de sed en aquella jodida cueva pues su vida era furia y destrucción. La dura senda del guerrero cansado. Tras dos días ininterrumpidos de maldiciones, pestes y gritos al aire, cayó rendido ante la idea de morir de aquella manera, sólo, sin el frenesí del combate, sin la sangre de los enemigos salpicada en la cara, sin el reconfortarte sonido de la carne resquebrajándose ante el mordisco de su hacha. Y fue entonces cuando se dio cuenta...
    - Afrodita, toma mi hacha, es cuanto he amado y amaré.

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    1. Mucha gracias, Bormer, por tu participación. Un planteamiento muy interesante. Aquí tienes el final de tu aventura :)

      Krognar sujetó el hacha en sus manos como ofrenda a la diosa y esperó unos segundos a que ocurriera algo. El hacha se elevó en el aire sin que nadie la sujetase y Krognar, por un instante, pensó que la diosa iba a concederle una muerte honorable. Comenzó a brillar con una luz potente que le hizo entornar los ojos, pero Krognar no bajó la mirada, dispuesto a enfrentarse a su propia muerte con valentía, como siempre había hecho. Para su sorpresa, el hacha no se precipitó sobre él, sino que comenzó a cambiar poco a poco, creciendo hasta adquirir el tamaño de un ser humano, transformando sus bordes afilados en las curvas de una silueta femenina. Cuando la luz desapareció, Krognar se encontró frente a una mujer desnuda, de una belleza indescriptible, cuyos ojos refulgían con el mismo color acerado que había tenido su hacha. Su voz sonó un poco rasposa al hablar, como si hubiera perdido la costumbre de usarla, pero cálida y poderosa: Vamos, guerrero, le haremos a la diosa un homenaje que tarde mucho tiempo en olvidar...

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    2. O.O
      Creo que es la primera vez que un personaje mio tiene tanta suerte, pudiendo incluso rivalizar con Kvothe :)

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