sábado, 6 de octubre de 2012

Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir...



El día 2 salió a la venta la edición en Blueray de “La princesa prometida”, aprovechando el 25 aniversario de la película, que en realidad, fue el 25 de septiembre. En su momento, se estrenó una semana después que Atracción fatal”, lo que  no le hizo ningún favorMientras “Atracción fatal” se convertía en la película más taquillera de 1987, “La princesa prometida” conseguía sólo 46 millones de euros (ajustados a la inflación actual). El verdadero triunfo le llegó a través de la TV y el vídeo, convirtiéndose una película de culto.

Según el imdb, el guión fue escrito por William Goldman, que adaptaba su propia novela publicada en 1973. Pero según dice Goldman, su labor en el libro se limitó a editar y resumir el trabajo de Simon Morgenstern, un escritor del reino de Florín que se exilió a USA durante la II Guerra Mundial. No obstante, los rumores de que Simon Morgenstern nunca ha existido y que La princesa prometidanació como un cuento que William Goldman les contaba a sus hijas antes de irse a dormir, persisten.

Cuando Goldman reescribió el final de la novela (más concluyente y menos abierto que el que todos conocemos), al autor le supo a cuerno quemado. En el libro, Goldman invitaba a los lectores que quisiesen leer dicho fina,l a escribir a su editorial, Random House, para recibirlo a vuelta de correo: los incautos que picaron y enviaron sus cartas recibieron, en lugar del capítulo inédito, una serie de cartas de Kermit Shog, abogado de Morgenstern, anunciando que dicho fragmento no se podía distribuir por razones legales. Podéis solicitar las misivas por correo electrónico a través de la página oficial del libro.

Cuando la novela original fue reeditada en 1998, con ocasión de su 25 aniversario, un epílogo escrito por William Goldman afirmaba que había una secuela inédita, La hija de Buttercup”, que permanecía inédita por problemas legales con la familia Morgenstern. La broma prosiguió en ediciones posteriores, incluyendo hasta fragmentos que nos revelaban, por ejemplo, detalles sobre el entrenamiento de Íñigo como espadachín. Si se les pregunta al respecto, Goldman dice que le da reparo prolongar su historia más famosa, y los herederos de Morgenstern, que el traductor al inglés de esta segunda parte tiene que ser, por narices, Stephen King.

Lo cierto es que una vez Goldman convirtió la novela de Morgenstern en un guión cinematográfico, el libreto fue dando tumbos por Hollywood porque  nadie se atrevía a llevarlo a la pantalla, y figuró en las listas negras de guiones sin productora. Hubo varios directores que intentaron llevarlo a cabo, entre ellos Truffaut, John Boorman (Excalibur), Norman Jewison (Hechizo de luna), y sobre todo Robert Redford que además quería interpretar a Wesley. Pero Redford tuvo bastante mal rollo con Godman en el rodaje de “Todos los hombres del  preseidente”, del que Godman era guionista, y la cosa no llegó a buen término.

En 1987, Rob Reiner era un director que prometía, tras haber hecho Spinal Tap” y “Cuenta conmigo”. Pero la industria le tenía más en cuenta por ser el hijo de Carl Reiner, un veterano profesional televisivo, que da la casualidad de que es amigo de William Goldman. De este modo, el contacto entre estos tres personajes hizo que el filme entrase finalmente en producción, aunque con un presupuesto de serie B: sólo 11 millones de euros (ajustados a la inflación).

La lista de candidatas para el papel de Buttercup fue interminable: Meg Ryan, Sean Young (la opción favorita de Rob Reiner), Carrie Fisher (la apuesta de William Goldman), una Whoopi Goldberg empeñada en intervenir en el filme y Courteney Cox.

El papel de Fezzik,  encarnado por el luchador de catch André el Gigante, fue un empeño personal de William Goldman, quien también se había fijado en Arnold Schwarzenegger, Kareem Abdul-Jabbar e incluso en Liam Neeson. André estaba enfermo de acromegalia y arrastraba graves problemas de salud, por lo que estaba tan débil que no podía cargar ni siquiera con el peso de Robin Wright. Además, su falta de maña dramática era tal que Mandy Patinkin (Íñigo Montoya) le abofeteó en una toma al grito de "¡Concéntrate, Fezzik!", algo que Rob Reiner mantuvo en el montaje final. Lamentablemente, murió en 1996.

Hay quienes piensan que el enfrentamiento entre Cary Elwes y Mandy Patinkin es el mejor duelo a espadas de la historia del cine. No sólo por haberse rodado sin dobles ni especialistas, ni por la capacidad de ambos para dar estocadas sin parar de hablar, sino también porque la escena fue rodada en dos decorados idénticos, y simétricos: así, cuando Íñigo y Wesley se confiesan mutuamente que ninguno de los dos es zurdo, el combate podía seguir como si tal cosa manteniendo el raccord de movimiento. El duelo fue coreografiado por el legendario maestro de esgrima Bob Anderson, responsable de las peleas con sable láser de la primera trilogía de Star Wars (además de doble de Darth Vader),  fallecido en enero de 2012.

Reiner, fan de los Dire Straits, quería contar con la guitarra de Mark Knopfler para la BSO. Knopfler aceptó con una condición: el cineasta debía incluir en el filme la gorra de béisbol que llevaba su personaje de Spinal Tap. Reiner cumplió su promesa, y la gorra de marras puede verse en la habitación del niño Fred Savage. Cuando Knopfler vio la película y constató que estaba ahí, se quedó pasmado: según afirma, su desafío había sido una broma.

Como dato curioso, según Reiner la película tiene admiradores entre la Mafia. El director cuenta que un día acompañó a Nora Ephron y a Nick Pileggi (el guionista de Uno de los nuestros”) a un restaurante en el que coincidieron con el capo neoyorquino John Gotti. Saliendo del local, uno de los guardaespaldas del Don (idéntico a Luca Brassi, el de “El Padrino", puntualiza) se dirigió a él diciéndole: "Tú mataste a mi padre: prepárate a morir". Por supuesto, el matón estaba citando la frase más famosa de Íñigo Montoya, pero al principio Reiner pensó que la cosa iba en serio: "Casi me lo hago en los pantalones", confiesa. No me extraña.

1 comentario:

  1. Wooow, muy buena entrada.Una de las películas de culto que no puedo dejar de ver cada vez que la ponen en la tele. Tenemos el DVD y el libro, que la verdad es que mete muchas páginas totalmente inútiles describiendo los vestidos de buttercup :S Si te vas a leer el libro esto te lo puedes saltar sin problemas

    No conocía casi ninguna de las anécdotas.

    Me encanta la banda sonora y los "tachán" que añaden, jjejje,

    la peli está al nivel de Los Goonies, En el laberinto o El Secreto de la piramide.

    Parece que me hago viejo

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