No queremos que se nos pase el mes, sin intervenir en el Carrusel Bloguero, cuyo anfitrión es El Rincón del Demonio, y que lleva por tema "Fantasía prestada". Y por fantasía prestada se entiende partidas, tramas o personajes tomados de otros
jugadores o masters, para continuarlos, desarrollarlos o utilizarlos en nuestras partidas como mejor nos parezca. Un tema poco frecuente pero muy interesante.
Y nosotros, en relación a él, queremos hablaros de lo que en mi grupo de juego se conoció como "el triunvirato".
Fantasía prestada: El triunvirato
¿Y qué es eso? Muy sencillo: un triunvirato, según el diccionario, es una forma de gobierno ejercido por tres personas, normalmente aliadas entre sí. Bueno, pues nuestro triunvirato rolero es una forma de mastereo (al fin y al cabo, gobernar, en su forma menos rígida, tiene mucho de dirigir) ejercida entre tres personas, evidentemente aliadas.
Corrían los primeros años del siglo y nuestras actividades roleras se solían desarrollar en el Club de Rol Celosía Zero de Sagunto, en el que las partidas de rol solían ser multitudinarias reuniones los sábados por la tarde, en las que el master de turno tenía que bregar con grupos de 10 o 12 jugadores, lo que lógicamente, desgasta bastante.
Como no nos apetecía demasiado la idea de cambiar continuamente de juego para ir variando de master y repartir la carga, se nos ocurrió jugar siempre a rolemaster con ambientación de El Señor de los Anillos, pero cambiando de director, sin interrumpir el hilo de la historia, lo que facilitaba el desarrollo y crecimiento de los personajes.
El planteamiento era el siguiente: Estrapo, Davidwankenobi y yo éramos los tres masters implicados, que debían masterear por turnos. Los tres nos hicimos pjs para utilizarlos cuando no era nuestro turno de masterear, que recibían experiencia de forma normal cuando intervenían en el juego y una media de la experiencia recibida por el resto de jugadores cuando no actuaban porque sus dueños estaban mastereando. Para evitar que cuando volviesemos a "activarlos", se encontrasen con que sus compañeros de aventuras estaban en la otra punta de la Tierra Media se suponía que se iban con ellos pero en lo que nuestros compañeros llamaban "estar traslúcidos como los jedis", o sea, que los ves al lado tuyo, pero no hacen nada.
La campaña se basaba en que una de las hermanas trillizas del pj de Estrapo iba a tener un hijo que según una profecía, era el Elegido
que provocaría la salvación de la Tierra Media o su completa destrucción.
El supuesto padre de la criatura, era mi "orgulloso" personaje. Durante el tiempo de gestación del niño, los jugadores fueron
recorriendo diversos lugares de la Tierra Media y viviendo distintas
aventuras, con el hilo conductor general de la trama de la profecía, mientras protegían a la futura madre. Cada master iba añadiendo sus aportaciones personales al respecto y los demás las desarrollabamos y utilizábamos, además de añadir otras de nuestras cosecha.
Evidentemente, para llevar a cabo este tipo de acuerdo rolero, los masters deben mantenerse en contacto y comentar un poco el hilo conductor general de la campaña, pero a la vez, deben evitar desvelar más de lo necesario, para no mostrar la trama de sus aventuras a los comasters, así como hacer un esfuerzo general para evitar el metajuego. Dicho así, suena muy complicado, pero lo cierto es que en la práctica no lo es tanto. El experimento tuvo un notable éxito y duró casi un año.
Tanto es así, que el año pasado, ya jugando un grupo reducido en casa, volvimos a usar el sistema con bastante éxito, con una campaña de Star Wars D6 mastereada por Darthagus, Davidwankenobi y una servidora, titulada "Perdidos en el borde exterior", en la que los jugadores recorrían el borde exterior de la galaxia en busca de un nuevo tipo de nave desarrollada en secreto por el Imperio, y cuya crónica podéis leer en Obsidian Portal.
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