El día 2 salió a la venta la
edición en Blueray de “La princesa prometida”, aprovechando el 25 aniversario de
la película, que en realidad, fue el 25 de septiembre. En su momento, se estrenó
una semana después que “Atracción
fatal”, lo que no
le hizo ningún favor. Mientras “Atracción fatal” se convertía en la
película más taquillera de 1987, “La princesa prometida” conseguía sólo 46 millones de euros (ajustados
a la inflación actual). El verdadero triunfo le llegó a través de la TV y el
vídeo, convirtiéndose una película de culto.
Según el imdb, el guión fue
escrito por William
Goldman, que adaptaba su propia novela publicada en 1973. Pero según
dice Goldman, su labor en el libro se limitó a editar y resumir el trabajo
de Simon
Morgenstern, un escritor del reino de Florín que se exilió a USA
durante la II Guerra Mundial. No obstante, los rumores de que Simon Morgenstern
nunca ha existido y que “La princesa prometida”
nació como un cuento que William Goldman les contaba a sus hijas antes de
irse a dormir, persisten.
Cuando Goldman reescribió el
final de la novela (más concluyente y menos abierto que el que todos
conocemos), al autor le supo a cuerno quemado. En el libro, Goldman invitaba a
los lectores que quisiesen leer dicho fina,l a escribir a su editorial, Random House, para
recibirlo a vuelta de correo: los incautos que picaron y enviaron sus cartas
recibieron, en lugar del capítulo inédito, una serie de cartas de Kermit Shog, abogado
de Morgenstern, anunciando que dicho fragmento no se podía distribuir por
razones legales. Podéis solicitar las misivas por correo electrónico
a través de la página oficial del libro.
Cuando la novela original fue
reeditada en 1998, con ocasión de su 25 aniversario, un epílogo escrito por
William Goldman afirmaba que había una secuela inédita, ”La hija de Buttercup”, que permanecía
inédita por problemas legales con la familia Morgenstern. La broma prosiguió en
ediciones posteriores, incluyendo hasta fragmentos que nos revelaban, por
ejemplo, detalles sobre el entrenamiento de Íñigo como espadachín. Si se les pregunta
al respecto, Goldman dice que le da reparo prolongar su historia más famosa, y los
herederos de Morgenstern, que el traductor al inglés de esta segunda parte
tiene que ser, por narices, Stephen King.
Lo cierto es que una vez Goldman
convirtió la novela de Morgenstern en un guión cinematográfico, el libreto fue
dando tumbos por Hollywood porque nadie
se atrevía a llevarlo a la pantalla, y figuró en las listas negras de
guiones sin productora. Hubo varios directores que intentaron llevarlo a
cabo, entre
ellos Truffaut, John Boorman (Excalibur), Norman Jewison (Hechizo
de luna), y sobre
todo Robert
Redford que además quería interpretar a Wesley. Pero Redford tuvo
bastante mal rollo con Godman en el rodaje de “Todos los hombres del preseidente”, del que Godman era guionista, y
la cosa no llegó a buen término.
En 1987, Rob Reiner era
un director que prometía, tras haber hecho “Spinal
Tap” y “Cuenta conmigo”. Pero
la industria le tenía más en cuenta por ser el hijo de Carl Reiner, un
veterano profesional televisivo, que da la casualidad de que es amigo de
William Goldman. De este modo, el contacto entre estos tres personajes hizo que
el filme entrase finalmente en producción, aunque con un presupuesto de serie
B: sólo 11
millones de euros (ajustados a la inflación).
La lista de candidatas para el
papel de Buttercup
fue interminable: Meg Ryan, Sean Young (la opción
favorita de Rob Reiner), Carrie Fisher (la apuesta de William Goldman), una Whoopi Goldberg empeñada
en intervenir en el filme y Courteney Cox.
El papel de Fezzik, encarnado por el luchador de catch André el Gigante, fue
un empeño personal de William Goldman, quien también se había fijado en Arnold Schwarzenegger, Kareem
Abdul-Jabbar e
incluso en Liam Neeson. André estaba enfermo de acromegalia y arrastraba
graves problemas de salud, por lo que estaba tan débil que no podía cargar ni
siquiera con el peso de Robin Wright. Además, su falta de maña dramática era
tal que Mandy
Patinkin (Íñigo Montoya) le abofeteó en una toma al grito de "¡Concéntrate,
Fezzik!", algo que Rob Reiner mantuvo en el montaje final.
Lamentablemente, murió en 1996.
Hay quienes piensan que el
enfrentamiento entre Cary Elwes y Mandy Patinkin es el mejor duelo a espadas de
la historia del cine. No sólo por haberse rodado sin dobles ni especialistas,
ni por la capacidad de ambos para dar estocadas sin parar de hablar, sino
también porque la escena fue rodada en dos decorados idénticos, y simétricos: así,
cuando Íñigo y Wesley se confiesan mutuamente que ninguno de los dos es zurdo,
el combate podía seguir como si tal cosa manteniendo el raccord de
movimiento. El duelo fue coreografiado por el legendario maestro de esgrima Bob
Anderson, responsable de las peleas con sable láser de la primera trilogía de Star
Wars (además de doble de Darth Vader), fallecido
en enero de 2012.
Reiner, fan de los Dire Straits, quería
contar con la guitarra de Mark Knopfler para la BSO. Knopfler aceptó
con una condición: el cineasta debía incluir en el filme la gorra de béisbol que
llevaba su personaje de Spinal Tap. Reiner cumplió su promesa, y la
gorra de marras puede verse en la habitación del niño Fred Savage. Cuando
Knopfler vio la película y constató que estaba ahí, se quedó pasmado: según
afirma, su desafío había sido una broma.
Como dato curioso, según Reiner
la película tiene admiradores entre la Mafia. El director cuenta que un
día acompañó a Nora Ephron y a Nick Pileggi (el guionista de “Uno de los nuestros”) a un restaurante en el que
coincidieron con el capo neoyorquino John Gotti. Saliendo del local, uno
de los guardaespaldas del Don (idéntico a Luca Brassi, el de “El Padrino", puntualiza) se dirigió a él diciéndole: "Tú mataste a mi padre: prepárate a morir".
Por supuesto, el matón estaba citando la frase más famosa de Íñigo Montoya,
pero al principio Reiner pensó que la cosa iba en serio: "Casi me lo hago en
los pantalones", confiesa. No me extraña.
Wooow, muy buena entrada.Una de las películas de culto que no puedo dejar de ver cada vez que la ponen en la tele. Tenemos el DVD y el libro, que la verdad es que mete muchas páginas totalmente inútiles describiendo los vestidos de buttercup :S Si te vas a leer el libro esto te lo puedes saltar sin problemas
ResponderEliminarNo conocía casi ninguna de las anécdotas.
Me encanta la banda sonora y los "tachán" que añaden, jjejje,
la peli está al nivel de Los Goonies, En el laberinto o El Secreto de la piramide.
Parece que me hago viejo